domingo, 27 de julio de 2014

PUERTAS Y VENTANAS


Sabéis que a veces hago algún inciso, para reflexionar o contaros algo personal.
Hoy es uno esos días.
Últimamente me hablan mucho sobre puertas y ventanas...
Principalmente mensajes tipo:
"Se cierra, una puerta se abre una ventana"
"Se abrirán otras puertas"
Ect...


Quienes me conocen saben que me fascinan muchas cosas. Algunas son: árboles, gárgolas, puertas de madera y postigos o cerrojos.

El caso es que acabo de llegar a casa tras pasar un magnífico fin de semana con mi familia y mi pequeño sobrino, que él no se entere por eso de que ya es grande. !Y vaya si lo es!. He tenido conversaciones con él más filosóficas a sus siete años que en los últimos tiempos con muchos adultos. Los niños son sabios. Hay que escucharlos. Aunque él no me habló de puertas.

Llegué a mi casa y mi primera parada fue en la cocina, pues mi hermana es un cielo, sabe que me olvido de alimentarme y vengo cargada de comida. Y... !Puf!

Choqué con la puerta abierta del armario que mi hijo, antes de irse, olvidó cerrar.
Golpes y caídas son habituales en mí. Vivo ajena al mundo y tropiezo a menudo, en todos los sentidos, pero este accidente en concreto me dejó desconcertada, y no sólo por el dolor del golpe.

Me fui al baño a observar las consecuencias del impacto y mi ceja derecha sangraba abundantemente y mientras me curaba y me limpiaba la herida, varios pensamientos acudían en mi mente tan ordenadamente que me asombré. (Creo haberos mencionado también que mis pensamientos siempre son caóticos y van de un  lado para otro a la velocidad de la luz):

- La puerta se cerró definitivamente, y en efecto se había abierto otra, pero consecuencia de esa abertura tenía una cicatriz en la ceja, que espero no vaya a más, o el jueves en que presento a Nina en Barcelona, luciré un hermoso ojo lila, ¿Debería cambiar pues el vestido para que combine con el ojo?

-Me he hecho una cicatriz justo al lado de otra, que ya tenía en el mismo sitio, de cuando tenía doce años y que me enseñó a ser paciente y no correr. ¿Es casualidad? ¿O de nuevo me recuerdan los hados que debo esperar a que las cosas sigan su ritmo? (No soy demasiado paciente. Lo quiero todo y lo quiero ahora. Como Nina)

-Conoceré a un constructor de ventanas. Será lento y esquivo y tendrá mucho trabajo; aunque mi corazón me dice que construiría grandes y preciosos ventanales, duraderos y de los que no envejecen ni se echan a perder. ¿Debería seguir esperando esa ventana tan especial toda esta vida? ¿O mejor lo dejo para otra?

Mis conclusiones finales, quizás porqué me duele hasta el ojo, son:
 -Reñiré a mi hijo por no cerrar las puertas, es un adolescente y espero que aprenda a cerrarlas con mayor rapidez que yo y a no abrirlas para mirar lo que hay detrás
-Intentaré con todo dolor cerrarlas yo también y dejarlas cerradas. 
-Esperaré a que se abra una ventana.

Mientras, las puertas de mi casa están cerradas, no quiero que entren.
  Las ventanas están abiertas por muchas razones; porqué hace mucha calor, porqué me encanta el vientecito que entra, porqué las vistas son preciosas, porqué me pueden quitar muchas cosas pero no permitiré que me roben la ilusión, porqué no dejaré de soñar, porqué soy libre y sigo viva.

Sólo tengo otra cicatriz

viernes, 18 de julio de 2014

PRESENTACIÓN NINA CON DRACMAYCAT


Es un gran placer para mí invitaros a la presentación de Nina - Libro Amparo Muñoz Rocha con Dracmaycat de la mano de la Dama del Dragón, la maravillosa Mayte Duarte Seguer que nos llevará hacia los secretos del libro y de mi propia persona a través de una presentación y entrevista que os prometo no os perdáis, pues será muy interesante y en un entorno precioso como es El Portaló de Sant Andreu!!




No os lo perdais!!!